La historia oculta
Cuatro tablillas misteriosas que marcarán el destino de la especie humana son confiadas a cuatro sabios chamanes. Las tablillas de marfil son repositorios de un enorme poder, pero sus capacidades son tantas que, de utilizarse todas juntas, pueden causar un gran cataclismo. Ninguno de los chamanes que las poseen puede tener dos de ellas a la vez. Pero pronto las reglas se rompen y una lucha de poder a través de las épocas se desencadenará hasta nuestros días...
En el apartado argumental La Historia Oculta se revela como relato que bebe de fuentes muy conocidas combinándolas con cierta originalidad y mucha corrección. No es una obra deslumbrante, pero se lee con agrado. Hasta con fruición. Esperando con ganas nuevas entregas que nos muestren cuál es el destino de sus protagonistas.
La idea central diríase tomada de El Señor de los Anillos. Cuatro fragmentos de marfil, cuatro símbolos de inmenso poder, que no deben caer nunca en manos de una misma persona bajo pena de atraer tremendas desgracias. Cuatro hermanos, cuatro proto-hombres de tiempos primigenios, son sus portadores.
Pero, con gracia, el guionista aleja ese planteamiento argumental de mundos ficticios y lo integra en el marco de nuestra historia conocida. Y, de esta manera, nos cuenta esa Historia Oculta que nunca llegó a registrarse, sin alcanzar por ello nuestros libros de texto. Una Historia Oculta en la cual descubrimos que los principales eventos de “nuestra historia de hombres” está teñida, condicionada y sacudida por los ardides de esos cuatro hermanos. Niños que antes de hacerse adultos se descubrieron depositarios de un poder ilimitado… pero un poder que se cobra siempre su precio.
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