Darius La sangre de noxus
Tras quedar huérfanos, Darius y su hermano Draven crecieron en la ciudad portuaria de Basilich. Darius se esforzaba por ser el proveedor de ambos, mientras peleaba contra pandillas de jovencitos y con quienquiera se atreviera a amenazar a su hermano pequeño, aunque se tratara de la guardia de la ciudad. Cada día en las calles era una verdadera lucha por la supervivencia, y Darius obtuvo más cicatrices en su doceavo verano que las que llegan a tener algunos soldados durante toda su vida.
Tras la captura de Basilich por el imperio noxiano en plena expansión, el victorioso comandante Cyrus reconoció la fuerza de los hermanos desafiantes y les proporcionó un hogar entre las filas de su batallón. En el transcurso de los años pelearon en extenuantes campañas de conquista de un extremo del mundo al otro y reprimieron numerosas rebeliones contra la corona.
Cualquiera podía ascender al poder en el imperio, sin importar su origen, cultura o historia, y nadie acogía este ideal de forma tan ferviente como lo hacía Darius. De inicios humildes, fue ascendiendo de rango de manera constante, siempre priorizando el deber ante todo, y fue así como se ganó el respeto de los demás por su agresividad, disciplina y su determinación hacia nunca retroceder. Incluso decapitó a un general noxiano cuando el cobarde ordenó la retirada en los ensangrentados campos de la Planicie de Dalamor. Darius movilizó a los guerreros con rugidos desafiantes y agitando su hacha ensangrentada sobre la cabeza, consiguiendo una grandiosa e inesperada victoria contra un enemigo que los superaba en número.
Como recompensa obtuvo un cargo de alto mando, lo que atrajo a cientos de reclutas deseosos provenientes de todo el imperio. Darius rechazó a la mayoría y solo aceptó a los guerreros más fuertes, disciplinados y con una voluntad de acero. Su reputación era tan imponente que, incluso en los territorios más allá de Noxus, no era raro que ciudades enteras se rindieran al primer avistamiento de sus estandartes.
Tras la victoria devastadora contra las fortaleza aéreas de los Varju, un orgulloso pueblo guerrero que había resistido durante décadas a la invasión noxiana, Darius fue nombrado ''la Mano de Noxus'' por el mismísimo emperador Boram Darkwill. Aquellos que conocían bien a Darius sabían que no buscaba poder ni adulación: su mayor deseo era ver a Noxus triunfar sobre todo. Es por ello que Darkwill le ordenó dirigirse con su batallón hacia el norte lejano hasta Fréljord, para someter definitivamente a las tribus bárbaras.
La campaña continuó por varios años hasta llegar a un amargo y helado punto muerto. Darius apenas sobrevivió a los intentos de asesinato, las emboscadas e incluso la captura por la despiadada Garra Invernal. Comenzaba a cansarse de las interminables guerras de desgaste, así que regresó a Noxus para exigir la reconsolidación de la milicia.
Marchó junto a sus veteranos a la capital, solo para descubrir que el emperador había sido asesinado en un golpe de estado liderado por Jericho Swain. El acto había sido apoyado por muchos aliados, incluyendo al hermano de Darius, Draven.
Su dilema era complejo. Al ser la Mano de Noxus, muchas casas señoriales esperaban que Darius vengara a Darkwill, pero conocía y respetaba profundamente al desprestigiado general Swain y se había opuesto a su despido tras la ofensiva fallida que había tomado lugar en Jonia unos años atrás. La lealtad de la Mano era hacia Noxus, no hacia algún líder en específico, y Swain era un hombre que expresaba con honestidad su nueva visión del imperio. Darius decidió que era un líder al que estaba preparado para seguir... pero Swain tenía algo distinto en mente.
Con el establecimiento de la Trifarix, tres individuos gobernarían juntos a Noxus, y cada uno personificaría un principio de fuerza: Visión, Poder y Astucia. Darius aceptó con gusto su lugar en el consejo y prometió erigir una nueva fuerza de élite, la Legión Trifariana, conformada por los guerreros más leales y prestigiosos que un imperio podría formar, y así guiar a los ejércitos noxianos hacia una nueva era de conquista gloriosa.
En todo Noxus, no hay soldado más respetado que Darius. De todos los estatutos que han mantenido a Nexus fuerte, una regla destaca entre todas: La lealtad lo es todo
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