Nami Hacia el abismo
Nami, una obstinada joven vastaya de los mares, utiliza su báculo de Invocadora de Mareas para modelar las olas y defender a sus compañeros marai del peligro. La primera de su especie en abandonar el océano y aventurarse en tierra firme, Nami se enfrenta a lo inimaginable con valor, determinación y temple.
En los mares al oeste del Monte Targón habita una tribu de vastaya conocida como los marai. Hace mucho tiempo, estas criaturas marinas descubrieron una grieta en las profundidades. La grieta guardaba una terrible y espeluznante oscuridad que amenazaba con exterminar a todas las formas de vida.
En el centro de su aldea, los marai colocaron una roca conocida como piedra lunar, que se dice está infundida con la magia de los cielos. Su cautivadora luz etérea protege a los marai de las criaturas que emergen del abismo. Cada cien años, más o menos, la luz de la piedra lunar comienza a debilitarse. En ese momento, la tribu elige a su guerrero más feroz y le otorgan el título de Invocador de Mareas.
El Invocador de Mareas debe sumergirse en la oscuridad glacial de la grieta, sobrevivir a los horrores dentro de esta y recuperar una perla abisal. Si tiene éxito, el Invocador de Mareas asciende a la costa, donde un viajero luminoso proveniente del pico de Targón aguarda con una piedra lunar para intercambiarla por la perla. Es un ritual arduo que contiene el destino de muchos en sus ilusorias manos, pero el intercambio ha mantenido a raya a las criaturas de la oscuridad. En el pasado, los marai habían enviado tropas de guerreros élite para conseguir la perla, pero descubrieron que entre más fuerzas enviaban a la grieta, más fuertes se hacían los monstruos al alimentarse de su energía. Mientras que un ejército sería aniquilado por las abominaciones de las profundidades, un solo explorador, armado con un legendario báculo marai capaz de controlar las mareas, podía potencialmente eludir los peligros del abismo el tiempo suficiente para escapar con la perla.
Nami siempre había deseado ser la Invocadora de Mareas, pero era impulsiva y joven. Una guerrera temible, era conocida entre los marai por su terca determinación, la que a menudo la metía en problemas. Durante la adolescencia de Nami, la piedra lunar comenzó a debilitarse por primera vez en un siglo. Nami realizó la prueba del Invocador de Mareas. Sin embargo, debido a su impulsividad, los ancianos eligieron a Rasha, un guerrero prudente conocido por mantener la cabeza fría durante la batalla, como Invocador de Mareas.
Rasha se sumergió en las profundidades del abismo. Transcurrió una semana y luego otra. Los marai esperaron el regreso de su Invocador de Mareas durante un mes entero, pero no había señales de Rasha. Ningún Invocador de Mareas había fracasado antes.
Los ancianos esperaron y discutieron mientras la luz de la piedra lunar se debilitaba cada vez más, pero Nami sabía que alguien debía asumir la responsabilidad del Invocador de Mareas pronto o todo estaría perdido.
¿Por qué no ella?
Nami tomó el báculo de aguas profundas de su madre y se dirigió al abismo. Después de varios días, regresó con la perla, el báculo del Invocador de Mareas caído y una mirada de horror sosegado en los ojos. Aunque estaban furiosos por su impertinencia, los ancianos de la aldea admiraron la valentía de Nami y oficialmente la designaron como la Invocadora de Mareas. Nami ascendió hacia la superficie y siguió la marea hasta la costa para encontrarse con el trotatierras.
No obstante, el portador de la piedra no estaba en ningún lado. En su lugar, una mujer anciana aguardaba en la playa.
La mujer, cuyos abuelos habían presenciado el último intercambio del Invocador de Mareas, explicó que no había ninguna piedra lunar. El Aspecto de la Luna era el único ser que podía conjurar una piedra lunar, pero había huido de Targón.
Nami no estaba dispuesta a aceptar esto. Prometió encontrar al Aspecto y recuperar la piedra lunar. La vida de su gente dependía de ello.
Armada con el poder del báculo místico del Invocador de Mareas para atraer una corriente perpetua de agua debajo de sus aletas, Nami viajó por tierra para completar su búsqueda.
Determinada, la Invocadora de Mareas se sumergió en un mundo completamente nuevo.
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